A LA NATURALEZA
Cierto que puede ser fantasía si yo
quiero sacar de todas las cosas de este mundo
gozo interior profundo que las ciña apretado;
y rastrear en hojas y flores, que me envuelven,
lecciones de cariño y de piedad sincera.
Sea así: y aunque el ancho mundo resuene en burla
de tal creencia, a mí no me trae temor,
ni me trae dolor, ni perplejidad vana.
Así voy a elevar mi altar entre los campos,
y será el cielo azul mi cúpula polícroma,
y la dulce fragancia que da la flor silvestre
será todo el incienso que te ofreceré a Ti,
a ti, mi único Dios, que no despreciarás
ni aun a mí, sacerdote del pobre sacrificio.
[Traducción de José María Valverde]