LA TARDE SE PASEA POR LA PLAYA
La tarde se pasea por la playa
y a las olas se entrega con placer;
al oprimido pecho inflama entonces,
de inconsciente nostalgia, la canción;
canción que empuja, con violencia osada,
del oprimido pecho, su dolor;
aspirando al placer, por su ánimo vital,
en torrente de amor hace pasar las nubes
y en el pecho oprimido hace brotar
la intrépida canción de libertad suprema.
Su canto, en plenitud,
traspasó el corazón,
la canción se elevó
con amoroso impulso.
Hacia él, a quien anhelo,
junto con las alondras, más allá de los montes,
a cantarle a él, al pueblo, de acuerdo con el himno,
puesto que entre sus labios resonar debería.
[Traducción de Federico Bermúdez-Cañete]