LA MIRADA
Mañana, bajo el peso de los años,
las buenas gentes me verán pasar,
mas bajo el paño oscuro y la piel mate
algo del muerto fuego asomará.
Y oiré decir: ¿quién es esa que ahora
pasa? Y alguna voz contestará:
—Allá en sus buenos tiempos
hacía versos. Hace mucho ya.
Y yo tendré mi cabellera blanca,
los ojos limpios, y en mi boca habrá
una gran placidez, y mi sonrisa,
oyendo aquello no se apagará.
Seguiré mi camino lentamente,
mi mirada a los ojos mirará,
irá muy hondo la mirada mía,
y alguien, en el montón, comprenderá.