EL SAPO
Escuchar al político
me puso de los nervios.
Escuchar luego al sapo
me curó.
Su monótono canto
me curó.
Invocando a la madre
del cielo me curó.
El sapo es buen orante,
ya lo creo.
Orante acaso un tanto
contrahecho,
pero qué más dará,
qué más dará
después de viejos
la apariencia.