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viernes

Cinco aforismos

 
Si algún día llega la paz mundial, el ambiente estará más tenso que nunca.

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Para amigo del alma, el canto de los pájaros.

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Un dicho apócrifo de Juan de Yepes: «Funesto es desoír la conciencia; santo, obrar a su gusto; místico, reconocerla como el gusto propio».

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La gente gris es la más importante, pues no despierta odios.

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El sonido de la fuente imparte cursillos de silencio.

sábado

Quince aforismos

 
La historia es eminentemente novelesca, pero tiene lugar en la eternidad, que es puramente lírica.


Desengañarse de todo, sin desengañarse también del propio desengaño, es como quedarse en mitad de un túnel.


Se diría que en la pequeña pantalla muchos aparecen a tamaño real.


Las estrellas brillan sin causar molestias a nadie.


Acuso a las palabras que sobran de suplantar a las que faltan.


Lo bueno de no tener mucha cabeza es que cabes en más sitios.


La poesía es anterior a los poetas, como la luz a los espejos.


Mejor buscar virtudes al negado que defectos al virtuoso. Resulta más difícil, más apasionante... ¡A veces constituye todo un desafío!


De ciertas bajezas no procede vengarse sino volando alto.


Salvarse del olvido se antoja deseable, siempre y cuando no suponga condenarse al recuerdo.


La luz ilumina porque come mucha oscuridad.


La música manifiesta la belleza del silencio. Y no siempre por bella.


De amicitia: sólo con nuestros muertos más entrañables podemos estar callados, continuamente, en total confianza.


El aforismo detesta por igual al escritor gracioso y al profundo, porque uno le quita gracia y otro le vuelve superficial.


El ave fénix va tirando.