Desde las nueve
Las doce y media. Deprisa ha pasado el tiempo
desde las nueve en que encendí la lámpara
y me senté aquí. Estaba sentado sin leer
y sin hablar. Con quién iba a hablar
yo solo en esta casa.
La imagen de mi cuerpo joven,
desde las nueve en que encendí la lámpara,
llegó y me encontró, y me evocó
cerradas alcobas perfumadas
y el placer ya pasado –¡qué osado placer!
Y trajo a la vez ante mis ojos
calles que ahora ya no reconozco,
lugares llenos de vida que desaparecieron
y teatros y cafés que una vez fueron.
La imagen de mi cuerpo joven
vino y me trajo la tristeza:
lutos de familia, despedidas;
sentimientos de los míos, sentimientos
tan poco atendidos de los muertos.
Las doce y media. Cómo ha pasado el tiempo.
Las doce y media. Cómo han pasado los años.
[Traducción de Pedro Bádenas de la Peña]