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martes

Poema del Arcipreste de Hita

 
DE LAS CUALIDADES QUE TIENEN LAS MUJERES PEQUEÑAS

Voy a abreviaros, señores, mi intención,
porque siempre gusté de pequeño sermón
y de mujer pequeña y de breve discurso,
pues lo poco y bien dicho se queda en el corazón.
Del que mucho habla, ríen; quien mucho ríe es loco;
hay en la mujer chica amor grande y no poco.
Mujeres grandes di por chicas, las chicas por grandes no cambio
(y las chicas por las grandes no se arrepienten del cambio).
De que hable bien de las chicas el Amor me hizo ruego
que hable de sus noblezas, yo las voy a decir pronto;
os hablaré de las mujeres pequeñas y lo tomaréis a broma:
son frías como la nieve pero arden como el fuego;
son frías por fuera, pero con amor ardientes;
en la cama deleite, retozo, placenteras y rientes;
en casa cuerdas, garbosas, reposadas, hacendosas;
mucho más encontraréis si os fijáis en ello.
En pequeño jacinto hay gran resplandor,
en muy poco azúcar hay mucho dulzor,
en la mujer pequeña hay muy gran amor;
pocas palabras bastan al buen entendedor.
Es pequeño el grano de la buena pimienta,
pero más que la nuez reconforta y calienta;
igual la mujer pequeña, mientras todo amor consienta,
no hay placer del mundo que en ella no se sienta.
Así como en pequeña rosa hay mucho color,
en muy poco oro gran precio y gran valor,
así como en poco bálsamo hay mucho buen olor,
también en mujer pequeña hay muy gran sabor;
así como un rubí pequeño tiene mucha bondad,
color, valor y precio, nobleza y claridad,
también la mujer pequeña tiene mucha beldad,
hermosura, donaire, amor y lealtad.
Pequeña es la calandria y pequeño el ruiseñor,
pero más dulce cantan que otra ave mayor;
la mujer que es pequeña por eso es mejor,
con galanteo es más dulce que azúcar o flor;
son aves pequeñuelas papagayo y oropéndola,
pero cualquiera de ellas es dulce trinadora,
graciosa, hermosa, preciada cantadora;
bien igual es la mujer pequeña para el amor.
Con la mujer pequeña no hay comparación,
es el paraíso terrenal y gran consuelo,
deleite y alegría, placer y bendición;
es mejor en la prueba que en la presentación.
Siempre quise a mujer pequeña más que a grande o mayor,
no es desacierto del gran mal ser huidor;
del mal tomar el menos, lo dice el sabio;
por tanto de las mujeres la mejor es la menor.


[Versión de Lidia Pons Griera]