Por encima de la verdad están los dioses.
Nuestra ciencia es una fallida copia
de la certeza con que ellos
saben que el Universo existe.
Todo es todo, y más alto están los dioses.
No le incumbe a la ciencia conocerlos,
sino adorar debemos
sus bultos como a flores,
porque visibles a nuestra alta vista,
son tan reales como reales las flores
y en su calmo Olimpo
son otra Naturaleza.
[Traducción de Ángel Campos Pámpano]