lunes

Día lúdico


Este poema en cuatro secciones acaba de salir en Cuenca, en una muy elegante colección de mínimas plaquettes literario-plásticas. Casi imposibles de conseguir, pues de cada una se imprimen veinticinco ejemplares y hay veinte personas suscritas a la colección.

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DÍA LÚDICO 


Jugador 1: Quiero y no puedo

Este día tan claro,
este vaso de luz
se me ha subido a la cabeza.

Cuánto quisiera, belleza del mundo,
celebrarte con un canto de borracho,
dejar que por tu cielo vuele
como bandada de pájaros mi voz.

Pero el canto, ay, no viene:
viene un silencio enorme
en forma de zapato oscuro, aplastante.


Jugador 2: Puedo y no quiero

Este día tan ingenuo,
este animal ajeno al artificio
me vuelve niño a ratos.

Yo podría, bondad del mundo,
creer que en ti se esconde
con cara de bruja la muerte.
Prefiero sin embargo ver
lo que estoy viendo:
los niños, mientras somos niños,
somos eternos.


Jugador 3: Ni puedo ni quiero

Este día tan alegre,
este cuadro colorista
me retrata levemente melancólico.

Yo no sé, verdad del mundo,
vivir sin corazón,
sin pensar,
sin escuchar allá a lo lejos,
allá..., allá..., violines que no existen.
Ni sé ni quiero saber: sería aún más triste.


Jugador 4: Quiero y puedo

Este día tan espléndido,
este repartidor de nadas
me ha traído una rosa.

Quiero, mundo, ofrecerte una página
digna de la verdad, de la bondad,
de la belleza que te queda.
                                                  Puedo
con tu ayuda lograr
que de la rosa permanezca en ella
al menos el recuerdo de su aroma.