LÍNEAS ESCRITAS HACIA EL FIN DEL VERANO
El ave que traza un círculo en el cielo,
el viento que arrebata las hojas de los árboles,
la piedra que cae, la nube que pasa,
el ruido de un insecto, el olor de la yerba,
todo cuanto se agita, se sucede, se altera,
desde el imperceptible guiño del más distante astro
hasta el grano de arena bajo unos pies desnudos,
modifica mi rumbo, cambia mi destino,
me hace feliz, me vuelve desdichado,
me empuja, me detiene, dicta lo que escribo:
«El ave que traza un círculo en el cielo...».