sábado

Poema de Catulo

 
Pájaro que entretienes a mi amada,
compañero de juegos al que suele
tener en el regazo, y ofrecerle
la yema de su dedo, cada vez
que se la pide, para que la pique,
cuando, tan deseable y tan hermosa,
gusta de divertirse en no sé qué
placer, como consuelo a su tristeza,
para calmar, parece, su gran fuego,
ojalá yo pudiera, como ella,
jugar contigo y aliviar mis penas.


[Traducción de Juan Antonio González Iglesias]