LA CLARA VOZ DEL GALLO EN EL AIRE MÁS PURO
La clara voz del gallo en el aire más puro
en el oeste lejano por el que vagué,
montes con un esperanzado estremecimiento,
laderas con calor de hogar.
Ese centinela de los campos, de guardia en una granja,
descubre la mañana que alborea
y, clarín de humanidad, despierta
a todo el mundo.
La mañana canta sobre las colinas del oeste
extraño, remoto, salvaje;
canta sobre la tierra
donde un día fui niño.
Me trae amadas voces del pasado,
la vieja tierra, aquellos años;
mi padre me llama
y yo escucho con melancólico espíritu.
Pífano, pífano del alba dorada, oh pájaro
que cantas en la mañana;
los viejos días han pasado
y otros nuevos se acercan.
[Traducción de Txaro Santoro y José María Álvarez]