A MI PROPIO POEMA
En el mejor de los casos
serás, mi querido poema, atentamente leído,
comentado y recordado.
En el peor de los casos
sólo leído.
Hay una tercera posibilidad:
aunque escrito,
un instante después arrojado a la papelera.
Puedes optar aún por utilizar una cuarta salida:
desaparecer no escrito
ronroneando satisfecho algo para tus adentros.
[Traducción de Abel Murcia y Gerardo Beltrán]