Ironía: no se deje dominar por ella, especialmente en momentos no creativos. En los momentos creativos intente servirse de ella, como de un medio más para captar la vida. Usada con pureza, también es pura, y no hay que avergonzarse de ella; y si se nota usted en excesiva familiaridad con ella, tema esa creciente intimidad, y vuélvase enseguida hacia objetos grandes y serios, ante los cuales sea usted pequeño e inerme. Busque la hondura de las cosas; allí no desciende nunca la ironía; y al dirigirse así al borde de lo grande, examine, a la vez, si esa manera de ver corresponde a una necesidad de su naturaleza. Pues esa manera, bajo el influjo de las cosas serias, o bien se desprenderá de usted (si es algo casual), o bien (si es realmente algo propio e innato en usted) se reforzará hasta ser un instrumento serio, ordenándose en la serie de los medios con que usted debe formar su arte.
[Traducción de José María Valverde]