El sol ya recogió todas sus sombras,
el aire contiene su aliento.
El sueño marca las verdes pupilas del gato
con su oro nocturno.
Sueñan profundamente todos; el mundo
se sumerge en un reposo virgen.
Al fin la laboriosa abeja apaga su zumbido
y se retira a descansar en el corazón de una rosa.
[Traducción de Marcela de Juan]