EL SAPO
Escuchar al político
me puso de los nervios.
Escuchar luego al sapo
me curó.
Su monótono canto
me curó.
Invocando a qué espíritu
divino me curó.
El sapo es un chamán,
qué duda cabe.
Chamán tal vez de cuerpo
contrahecho,
pero qué más dará,
qué más dará
después de viejos
la apariencia.
