SUEÑO RARO
Tengo enchufe en las altas esferas: me han nombrado ayudante de las nubes. En torno a mi garita merodea un grupo de curiosos. Nadie sabe qué hago... Ni yo mismo lo sé. Simulando ocuparme de sesudos informes, tramito ideas, inútiles pero bellas, bellísimas ideas. De pronto, rostros amigos que me advierten: «teme a la envidia, teme a la envidia».