viernes

Poema de Wislawa Szymborska

 
CHARCO

Recuerdo muy bien ese miedo infantil.
Evitaba los charcos,
sobre todo los recientes, tras la lluvia.
Alguno podría no tener fondo,
aunque pareciera igual que los demás.

Piso y de pronto me caigo toda,
comienzo a volar hacia abajo,
y más y más abajo,
en dirección a las nubes reflejadas
o a lo mejor más allá.

Luego se secará el charco,
se cerrará sobre mí,
y yo atrapada para siempre –dónde–
con un grito que no llega a la superficie.

Sólo después llegó la cordura:
no todos los percances
obedecen a las reglas del mundo,
y aun si lo quisieran,
no pueden suceder.


[Traducción de Elzbieta Bortklewicz]