LA TERCERA PLUMA
Con objeto de convertirme en un escritor metódico, me agencié tres tipos de plumas: una para realidades, otra para ficciones y una tercera para realidades poéticas, que son las que yo prefiero, porque suelen ir más allá de la realidad y la ficción, liberándose de ambas, o conduciéndolas, en dichoso vuelo, hacia regiones alejadas de lo consabido. Pero mi plan ha fracasado estepitosamente, pues vengo quedándome titubeante y trágico durante horas, frente a mis tres plumas, sin saber muy bien cuál corresponde a cada ocasión. Y, harto de dudas, en un arranque de locura acabo –como el que dispara a bulto, a ver si acierta– escribiendo cada línea con una pluma diferente. Es patético.
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NOVELA
Ricardo Francisco escribió un poema para seducir a María Fernanda. Fracasó: andaba secretamente enamorada de Carlos Alberto. Sin cambiar ni una coma, probó fortuna entonces con Rosaura Vanesa, que escribe poemas para trascender pero esos días lo hacía simplemente para desahogarse, afectada como estaba por su reciente ruptura con Luis Alejandro, el hermano de María Fernanda que escribe poemas para ganar concursos literarios. La pobre necesitaba consuelo y cayó en brazos del malvado Ricardo Francisco. Carlos Alberto, por su parte, a cuatro meses de casarse con Amanda Patricia, llevaba unas cuantas noches escribiendo un poema para explicarse el mundo, propósito del que se reía, por considerarlo inútil, su futura mujer, que sólo escribe poemas para divertirse. Un folletín eterno, que no parece acabar jamás. Aunque María Fernanda, superado el desamor, leyó en la boda un poema ante todos los invitados y, antes de empezar, comentó: «Los poemas, en fin, se escriben para ser leídos».
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FÁBULA
Este era el poema de un hombre que escuchando a un pájaro se quedaba sin palabras pero con una música.
Pasaron semanas y semanas.
Este es el poema de un pájaro que escuchando a unos hombres ha perdido el canto.
Pasarán, están pasando, semanas y semanas.
Este será el poema de un hombre que tras un largo silencio, escuchando a un pájaro que había dejado de cantar, pronunciará unas palabras definitivas.