sábado

Metapoesía en prosa

 
LA TERCERA PLUMA

Con objeto de convertirme en un escritor metódico, me agencié tres tipos de plumas: una para realidades, otra para ficciones y una tercera para realidades poéticas, que son las que yo prefiero, porque suelen ir más allá de la realidad y la ficción, liberándose de ambas, o conduciéndolas, en dichoso vuelo, hacia regiones alejadas de lo consabido. Pero mi plan ha fracasado estrepitosamente, pues vengo quedándome titubeante y trágico durante horas, frente a mis tres plumas, sin saber muy bien cuál corresponde a cada ocasión. Y, harto de dudas, en un arranque de locura acabo –como el que dispara a bulto, a ver si acierta– escribiendo cada línea con una pluma diferente. Es patético.

*

NOVELA

Ricardo Francisco escribió un poema para seducir a María Fernanda. Fracasó: andaba secretamente enamorada de Carlos Alberto. Sin cambiar ni una coma, probó fortuna entonces con Rosaura Vanesa, que escribe poemas para trascender pero esos días lo hacía simplemente para desahogarse, afectada como estaba por su reciente ruptura con Luis Alejandro, el hermano de María Fernanda que escribe poemas para ganar concursos literarios. La pobre necesitaba consuelo y cayó en brazos del malvado Ricardo Francisco. Carlos Alberto, por su parte, a cuatro meses de casarse con Amanda Patricia, llevaba unas cuantas noches escribiendo un poema para explicarse el mundo, propósito del que se reía, por considerarlo inútil, su futura mujer, que sólo escribe poemas para divertirse. Un folletín eterno, que no parece acabar jamás. Aunque María Fernanda, superado el desamor, leyó en la boda un poema ante todos los invitados y, antes de empezar, comentó: «Los poemas, en fin, se escriben para ser leídos».

*

FÁBULA

Este era el poema de un hombre que escuchando a unos pájaros se quedaba sin palabras pero con una música.

Pasaron semanas y semanas.

Este es el poema de un pájaro que escuchando a unos hombres ha perdido el canto.

Pasarán, están pasando, semanas y semanas.

Este será el poema de un hombre que tras un largo silencio, escuchando a un pájaro que había dejado de cantar, pronunciará unas palabras definitivas.


Poema

 
SESTEO


Como un ladrón 
con su pasamontañas negro
se me cuela por la ventana
el ruido de un taladro.

No dejaré que me quite 
la paz que vino de arriba.
Armado estoy
de luz y silencio.

Poema

 
EL SAPO


Escuchar al político 
me puso de los nervios.
Escuchar luego al sapo
me curó.
Su monótono canto
me curó.
Invocando a la madre
del cielo me curó.
El sapo es buen orante,
ya lo creo.
Orante acaso un tanto
contrahecho,
pero qué más dará,
qué más dará 
después de todo
la apariencia.

viernes

Poema de Anna Świr

 
CUATRO PATAS GORDÍSIMAS

Estoy alegre, como si estuviera 
gordísima.
Como si tuviese
cuatro patas gordísimas.
Como si saltase
con mis cuatro patas gordísimas 
muy, muy alto. Como si ladrase
con alborozo y a todo volumen
sobre mis cuatro patas gordísimas.

Así de alegre estoy.


[Traducción de Abraham Gragera y Teresa Casas Hernández]




Poema de Tao Yuanming

 
LA MUDANZA 

Desde hace muchos años
quiero vivir en la aldea Sur,
no por su fama de traer
felicidad a sus habitantes,
sino por ser sencilla su gente,
con la que pasaría alegremente
las mañanas y las tardes.
Hoy por fin puedo mudarme.
Aunque la casa es pequeña,
me contento con que quepa cama y estera.
Los vecinos vienen a verme a menudo.
Charlamos con nostalgia sobre los tiempos antiguos.
Juntos nos solazamos leyendo escritos raros.
Discutimos los significados dudosos
y nos exponemos uno a otro
lo que sacamos en claro.


[Traducción de Guojian Chen]



martes

Poema

 
VISITA AL JÚCAR 

Dulce suena tu idioma, 
viejo amigo Júcar,
y dulce es lo que dice.

Sólo para escucharte a todas horas 
me gustaría ser un chopo
de tu ribera, donde
yo sé que escondes a un ángel 
enamorado de Cuenca.

Pero no puedo ser un chopo
porque un hombre es también un río, 
y ha de seguir su curso natural
como el tuyo lo sigues tú.

domingo

viernes

Poema de Adam Zagajewski

 
AÑOS TREINTA 

Años treinta
Aún no estoy
Germina la hierba
Una niña come un helado de fresa
Alguien escucha a Schumann
(el loco Schumann,
el perdido)
Qué suerte,
Aún no estoy 
Lo oigo todo


[Traducción de Xavier Farré]