viernes

Poema de Pablo Neruda

 
UNIDAD

Hay algo denso, unido, sentado en el fondo,
repitiendo su número, su señal idéntica.
Cómo se nota que las piedras han tocado el tiempo,
en su fina materia hay olor a edad,
y el agua que trae el mar, de sal y sueño.

Me rodea una misma cosa, un solo movimiento:
el peso del mineral, la luz de la piel,
se pegan al sonido de la palabra noche:
la tinta del trigo, del marfil, del llanto,
las cosas de cuero, de madera, de lana,
envejecidas, desteñidas, uniformes,
se unen en torno a mí como paredes.

Trabajo sordamente, girando sobre mí mismo,
como el cuervo sobre la muerte, el cuervo de luto.
Pienso, aislado en lo extenso de las estaciones,
central, rodeado de geografía silenciosa:
una temperatura parcial cae del cielo,
un extremo imperio de confusas unidades
se reúne rodeándome.



domingo

Poema de Vicente Aleixandre

 
LAS ÁGUILAS

El mundo encierra la verdad de la vida,
aunque la sangre mienta melancólicamente
cuando como mar sereno en la tarde
siente arriba el batir de las águilas libres.

Las plumas de metal,
las garras poderosas,
ese afán del amor o la muerte,
ese deseo de beber en los ojos con un pico de hierro,
de poder al fin besar lo exterior de la tierra,
vuela como el deseo,
como las nubes que a nada se oponen,
como el azul radiante, corazón ya de afuera
en que la libertad se ha abierto para el mundo.

Las águilas serenas
no serán nunca esquifes,
no serán sueño o pájaro,
no serán caja donde olvidar lo triste,
donde tener guardado esmeraldas y ópalos.

El sol que cuaja en las pupilas,
que a las pupilas mira libremente,
es ave inmarcesible, vencedor de los pechos
donde hundir su furor contra un cuerpo amarrado.

Las violentas alas
que azotan rostros como eclipses,
que parten venas de zafiro muerto,
que seccionan la sangre coagulada,
rompen el viento en mil pedazos,
mármol o espacio impenetrable
donde una mano muerta detenida
es el claro que en la noche fulgura.

Águilas como abismos,
como montes altísimos,
derriban majestades, troncos polvorientos,
esa verde hiedra que en los muslos
finge la lengua vegetal casi viva.

Se aproxima el momento en que la dicha consista
en desvestir de piel a los cuerpos humanos,
en que el celeste ojo victorioso
vea sólo a la tierra como sangre que gira.

Águilas de metal sonorísimo,
arpas furiosas con su voz casi humana,
cantan la ira de amar los corazones,
amarlos con las garras estrujando su muerte.



viernes

Poema de José Gutiérrez

 
LA VIDA VIEJA

Cuando pasen los años
y los días se tornen oscuros sin remedio
para quien nada espera de la vida,
yo pediré quizá
ese íntimo placer de vivir en los hoteles
de ciudades fastuosas
que no tuve ocasión de conocer
cuando, joven aún, el cuerpo buscaba
placeres más intensos, el latido cercano
de tanta belleza perdida
y de aquella que logré retener,
dejándome cegado para siempre
con su luz tan efímera.

El placer de vivir en los hoteles
colmaría quizá esa vida de despojos;
nómada, solitario y silencioso
de una ciudad a otra
intentando olvidar lo que no tuve,
mientras la juventud sigue pasando
frente a quien fue vencido, sin queja, por el tiempo.



Poema de Miguel Hernández

 
La luciérnaga en celo
relumbra más.

La mujer sin el hombre
apagada va.

Apagado va el hombre
sin luz de mujer.

La luciérnaga en celo
se deja ver.



Poema de Ángel Mendoza

 
ORACIÓN

Por una infancia de pinares blancos
cuando el rocío helaba la espesura
y venía el invierno, y la hermosura
de su dolor pasaba por mi barrio.

Por la espera nerviosa de un verano
que vuelve todavía, por la pura
fascinación de lo que se inaugura
cada vez que amanece por mis manos.

Por los suelos dormidos, por los viejos
compañeros de sombra, por la orilla
que me enseñó el compás de las mareas
y el secreto del aire. Por lo lejos
que va quedando todo. Por los días,
y por sus noches, gracias a Quien sea.



domingo

Poema

 
HABLANDO DE LA MUERTE CON UN NIÑO

Como un caballo el corazón
tira del carro y tira
y tira y tira
hasta que un día se libera
y se va galopando por lo eterno
mientras aquí te lloran
unas pocas personas que de verdad te quieren.



Poema

 
COMPOSICIÓN DE LUGAR

Estoy en el estanque.
Pero ¿qué es el estanque?
¿Un espejo de mano del cielo?
¿Un vertedero de haikus?
Ah, no: es el mundo,
el mundo reducido a su esencia,
el mundo, tranquilo y hermoso.




Poema de Gabriel Celaya

 
LA PRIMAVERA SE ESTRENA

El loco sol, la loca
gloria azul de la nada,
persigue una ligera
alegría aún intacta:

tal auto, tal sonrisa,
tal traje intempestivo,
cualquier chica bonita
y a Dios gracias no culta.

El último modelo.
La alegría reciente.
Mi novia con escotes
que ya había olvidado.




Poema

 

TODA LA ETERNIDAD

                                      A mi madre


No pocos muertos viven
en las fotografías, por lo menos
en las fotografías,
esa clase de islas misteriosas
alejadas del ruido.
                                   Sí, papá
también.
                 Míralo ahí,
tan joven, jovencísimo, junto al Seat 600,
posando para ti cerca del mar.
No se mueve ni un pelo. No se cansa
de esperar y esperar y seguir esperando
por el clic.
                    Ahora es muy paciente.
Para volver contigo al coche
tiene toda la eternidad.


viernes

Poema de Aurora Luque

 
MIMNERMIANA

La vida avanza a broncos
momentos corrosivos
de guerra entre el amor y entre la muerte.
Cada cual, su armadura.
Yo le presto metálicas palabras
y escudos al amor. Tan pobre es mi discurso
que la muerte lo vence con muy poco.
Al final de la noche
me deja derrotada
con mi copa ritual medio bebida.

Esto era envejecer.
Déjate de teatros y telones.




lunes

Poema

 
SHERWOOD

Hay que ver hay que ver
el Robin Hood del tiempo
lo lejos que escapó en su caballo
con mi antigua inocencia.

Si me queda bondad, no se me agote.

sábado

Poema


RÊVERIE

No han podido las sombras
de los años llevarse
todavía este asombro de estar vivo.
Hoy el amanecer
–Debussy de fondo–
parecía el primero.

Poema

 

SINÓNIMOS 

 

                                         A mi amiga

 

He vuelto a enamorarme de la luz
como un pintor adolescente.
Y no sé cómo sé, de pronto,
que donde digo luz digo tu nombre.



Poema

 

PROBLEMA DE VISTA


Empiezo a ver
más claro que aquel letrero
lo invisible.

Poema

 
FIN DE SEMANA ROMÁNTICO

(Capricho en tres tiempos)



Noche de viernes. Habla el hombre.

La luna sabe que ya somos libres.
Desnúdate.
Necesito que te desnudes.
Vengo cansado de buscar
la verdad que en tu cuerpo siempre encuentro.
Desnúdate
y no te vistas hasta el lunes.
Verás cómo entonces verás
de pronto más flores en tu vestido.

 

II

Tarde de sábado. Habla la mujer. 

Dame la mano. 
Voy a llevarte al bosque.
Dame la mano, ven, no seas tonto.
Haremos el amor donde nadie nos vea
y sentirás que somos uno con el mundo.
Y todo el bosque te confesará, mejor que mis palabras, 
cuánto te amo.


III


Mañana de domingo. Conversación. 

—Qué hermosa está dormida, Dios mío,
respirando despacio, tranquila.
Duerme, mi amor, duerme un poco más,
no hagas caso a los pájaros ni al sol.
—No estoy durmiendo:
estoy a gusto con los ojos cerrados
mirándote a los ojos
aquí dentro, donde un día lejano y feliz
nos habremos marchado
                                       para siempre.

Poema en prosa

 

FÁBULA

 

Este era el poema de un hombre que escuchando a unos pájaros se quedaba sin palabras pero con una música. 

Pasaron semanas y semanas. 

Este es el poema de un pájaro que escuchando a unos hombres ha perdido el canto. 

Pasarán, están pasando, semanas y semanas. 

Este será el poema de hombre que tras un largo silencio, escuchando a un pájaro que había dejado de cantar, pronunciará unas palabras definitivas.

Poema

 
METAPOEMA ENGAÑOSO

A veces, cuando pienso, convencido,
tener algo importante que decir,
no hallo las palabras
y enmudezco.
                      Y sin embargo hoy,
hoy que nada especial pensaba yo decir,
no he dejado de hablar ni un solo instante:
del dormitorio a la nevera,
de la nevera a la salita,
de la salita al hall,
las palabras me asedian y me cuentan
de sus cosas, y yo que las pronuncio
tan sólo soy testigo vacilante,
incapaz de cerrar la boca ante su empuje.
Fracasada en su intento de sellarla
con pañuelos y apósitos,
mi amiga se ha escapado al mercadillo
aburrida de mí.
Y allí le contará el caso a su prima
–una emisora provinciana
y pronto se sabrá en el mundo entero.
Entretanto,
mientras esto persista,
lo mejor será hacerme pequeño como un duende
y buscar escondite en algún cuento.

Poema en prosa

 

NOCHE DE SEPTIEMBRE 

 

Atento al canto de un grillo considerando que quizá sea el latido acompasado de esta noche, me veo incapaz, incapaz, incapaz de abrir la boca. No por pasmo, sino por prudencia: juraría que es en mis labios donde se encuentra ese artrópodo.

Poema

 

POEMA MEDITATIVO

 

Hace bien al espíritu
contemplar la puesta de sol.
Resulta en ocasiones
como si lo condujera a casa
tras haberse perdido, borracho
de tanto trajín, mental y físico.
Y los ojos, que quizá andaban
algo descolocados, de nuevo acogen
en pura comprensión; no sólo los sedantes
colores del cielo: también
el escarabajo, la mala hierba, la hormiga,
lo que menos gracia aparenta,
lo que eliminamos
del jardín. Porque entonces
                                          —quién lo diría—
es la belleza misma y no nosotros
quien desde ellos mira, quien se ve reflejada, 
quien se acepta, sin conflicto, como somos.


Poema

 

INTERIOR, TARDE

 

Genuinamente
la tarde le sonríe,
llena el cuarto de luz,
le facilita la labor
ahora que cose, luminosa también,
sentada junto a la ventana.

 

Llama a la puerta el pensamiento,
tantas veces oscuro
vendedor de vaguedades. 
                                      Abro y digo:
«no, gracias, buenas tardes». Y cierro con la grata
sensación de que todo, pese a todo, es como debe ser.

Poema

 

AQUÍ PASA ALGO

 

Pasa el río
Pasa un señor
Pasa una paloma
Pasa una muchacha con un perro
Pasa la brisa
Pasan tres señoras
Pasan cinco niños
Pasa un grupo de ciclistas no sé cuántos
iban rápido
Pasa un cura
Pasa una hormiga
Pasa una entrañable pareja de ancianos
Pasa otra hormiga
Pasa un drogodependiente con su mono
Pasan dos atletas
Pasa otra hormiga vaya
Pasa una niña pequeña pasa sola
dónde estarán sus papás
Pasan cosas que yo no sé
Pasa una sombra 
Pasa la mañana
Pasa un señor que se detiene a conversar
con el de la segunda línea ya de vuelta 
Pasan peces supongo por el río
Voy a asomarme

Poema

 

EL POETA SE VIENE ARRIBA

 

¡Qué dicha entrar en esta 
casa que se me entrega, cual amante solícita,
con todos sus enseres! 
                                   ¡Y qué dicha
notar, en plena calle, 
que jamás he salido, que es la vida mi casa
y que es uno la vida!

Poema

 
UN MISTERIO

                                   A mi amiga


Es un misterio
que todavía me aguantes.

Después de haber llovido tanto
debe de ser la lluvia,
únicamente la lluvia

la responsable.